Hoy en día los matrimonios son menos duraderos ¿la razón? Pues es más fácil salir con una excusa del porque la persona no está feliz, que con la iniciativa de pelear por lo que puede tener un buen futuro…la familia.
El amor (el amor de Dios en nosotros) no insiste en sus propios derechos ni busca salirse con la suya, porque no es egoísta. No se irrita ni se queja ni es resentido, no toma en cuenta el mal recibido [no le presta atención al mal que ha sufrido]. El amor soporta con buen ánimo cualquier circunstancia que pueda venir, siempre está listo para creer lo mejor de cada persona; su esperanza no se desvanece bajo ninguna circunstancia, y lo resiste todo [sin debilitarse]. El amor nunca falla [no se apaga ni se extingue ni se termina].
1 Corintios 13:4-5 - 4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; 6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.
Esposos y esposas, anhelo que lleguen a comprender que vivir en amor, el uno por el otro, es el secreto para tener un buen matrimonio. Un viejo refrán cita: “Lo que es importante para él, es importante para ella”; este dicho es aplicable al matrimonio.
Para disfrutar de un hogar feliz, ambos deben desarrollar el hábito de vivir conforme al amor de Dios. Eso permitirá que su matrimonio sea una bendición y disfrutarán de una buena vida que vale la pena vivir.
Dios desea que su vida y su matrimonio sean celestiales aquí en la Tierra. Esto es posible… cuando deciden actuar conforme a las enseñanzas de Dios y obedecen Sus mandamientos. Lo sé por experiencia, pues mi esposo Juan y yo hemos estado casados por más de 34 años; nunca habíamos sido ¡tan felices como
ahora! Entre más tiempo pasamos juntos, mejor es; pues estamos en mutuo acuerdo sobre cómo vivir.
Ahora vemos la mayoría de las cosas de la misma manera - ¡casi todas! Él y yo anhelamos que ustedes también puedan experimentarlo. Deseo que sean felices y bendecidos tanto en su hogar como en su familia. Quiero animarlos y hacerles saber que sí es posible cuando se aplican los principios que se encuentran en la Biblia.
En la Palabra de Dios, se describe lo que considero la fórmula para tener un matrimonio feliz; la encontramos en 1 Corintios 13. Este pasaje bíblico nos enseña mucho acerca de vivir conforme al amor. Los versículos 1-2 revelan la importancia del amor:
1 Corintios 13: 1-2 - “Si yo hablará lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.”
Si no tenemos amor, no podemos ser adultos espirituales. Aunque los dones del Espíritu obren en nuestra vida; si no tenemos amor, ni vivimos conforme a éste mandamiento hacia los demás, nos convertimos en una persona seca, vacía. En una persona que no radia ni extiende específicamente el don de Dios.
1 Juan 4: 7-8 - 7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Sin amor, nada de los que hagamos cuenta. Así de importante es el amor. Por lo tanto, debemos entender cómo vivir en amor. Empecemos por reconocer que el amor de Dios es desinteresado.
¿Se ha dado cuenta que la gente egoísta nunca es feliz? Se debe a que siempre piensan en sí mismos, antes que en los demás. Se esfuerzan por suplir sus propias necesidades y sólo desean recibir.
Sin embargo, en la Biblia se nos enseña que cuando damos, recibimos (Lucas 6:38).
Lucas 6:38 - 8 Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
La gente desinteresada vive en amor y siempre busca la manera de bendecir a otros (incluyendo a su cónyuge). Siembran amor; por tanto, cosechan amor. Este tipo de persona disfruta de una vida llena de felicidad, de gozo y de paz.
En 1 Corintios 13:5 leemos que el amor: 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido .
Querer que todo se realice a nuestro modo, no manifiesta la manera en que se debe vivir en amor. No ser egoísta es una de las claves más importantes para tener un matrimonio feliz. ¡Esto marcará una gran diferencia!
El Señor nunca pensaba en él y en sus necesidades, sino más bien en las de los demás, aun cuando estos le maltrataban. Recordemos las famosas palabras:
“Padre perdónalos, porque o saben lo que hacen”…. Era tanto su amor por cada uno de ellos, por nosotros. Su amor era sincero, desprendido, y perdonador.
PUNTO #1 ¡Sea flexible!
Aprender a ser flexible es otra clave vital para desarrollar un matrimonio maravilloso.
Efesios 5:21-22 - 21 sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo. 22 Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.
La relación entre Cristo y la iglesia, es un modelo ejemplar para el hogar.
“Mi esposo Juan y yo éramos muy diferentes cuando recién nos casamos; tuvimos que aprender cómo someternos el uno al otro. En otras palabras, ambos hicimos lo necesario, a fin de tener ¡un matrimonio feliz! Tuvimos que adaptarnos, y estoy segura que no somos los únicos. Las personas a menudo se casan con alguien que tiene una personalidad muy diferente a la propia.
Creo saber por qué sucedió así cono nosotros: yo necesitaba a Juan, y él me necesitaba a mí. Él es muy hábil en unas cosas y yo en otras. Somos dos personas completamente distintas; pensamos y actuamos diferente. Somos de distintas culturas, mentalidad, etc.
Fue vital que nos adaptáramos el uno al otro, aprendimos a darle valor a nuestras diferencias, a los que nos hacía diferentes. Lo interesante es que, con el pasar de los años, nos hemos acoplado tanto que hoy por hoy nos parecernos mucho el uno al otro.
Me atrevo a decir que si no nos hubiéramos adaptado, Juan y yo no estaríamos juntos hoy.
Rendirnos por nuestra propia voluntad, respetar nuestras diferencias, y permitir que Cristo sea el centro de nuestro hogar; es lo que nos ha permitido mantenernos juntos. A mí parecer hoy en día, muchas esposas jóvenes no han aprendido la importancia de esto. El respetarse mutuamente, buscando siempre la voluntad y la dirección de Dios entre ellos es la Llave más importante en la relación.
En las Escrituras se explica con claridad que las esposas deben ser flexibles a sus esposos. No obstante, en la actualidad la gente tiene una perspectiva egoísta, pues no se les enseñó acerca de la sujeción, ni de ser flexibles. Hoy en día la mujer piense que porque trabaja en la calle, trae dinero ella está al mismo nivel, pero según la creación de Dios, esto no es verdad.
Dios no creo “ayuda idónea” con una función específica, y no para llevar los pantalones. Nos creó para ser amigas, compañeras, esposas, no lleva pantalones y el tomar control de la dirección del hogar eso le pertenece al hombre.
Sin embargo, en la Biblia también se nos enseña: “Sométanse el uno al otro por reverencia a Cristo (el Mesías, el Ungido)…” Esto no quiere decir que el hombre deberá pisotear, maltratar a la mujer, sino más bien tratarla como lo ordena el Señor, como una flor….con delicadeza, como lo que ella es considerada por Dios, una piedra preciosa.
Pero tampoco quiere decir, que la mujer debe de llevar el título del hombre pues Dios le creo a cada uno con un propósito específico. Aceptarlo y respetarlo es necesario.
Nadie se somete, si hay maltrato o insultos, o si este no puede cumplir el mandato de Dios de ser un buen sustentador y o ayuda idónea.
Efesios 5:21 - 21 sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo.
Este versículo no es ¡sólo para las esposas! Tanto el hombre como la mujer debemos ceder el uno al otro en el amor de Dios.
Ahora bien, no estoy diciendo que una esposa se someta a un marido que la golpea y que maltrata a los hijos. Pues el Señor no habla se esto, ni lo quiere para ti. Me refiero a una actitud de sumisión recíproca todos los días. Esto no es algo que se aprenda de la noche a la mañana.
Yo no aprendí a adaptarme en la primera semana de casados, sino con el pasar de los años. Propóngase a ser flexible. Rendir su voluntad el uno al otro, es una forma de vivir en amor y de obtener un matrimonio feliz.
Cuando rendimos nuestra voluntad, el Señor honra dicha humildad y entonces Él toma el control y se entrona en medio de lo que Él le llama hogar.
PUNTO # 2 Practique El Amor de Dios
En el matrimonio se debe vivir conforme al amor de Dios. Esto no surge de forma automática, sino de manera sobrenatural; a medida que obedezca al Espíritu Santo y a la Palabra.
En 1 Corintios 13 encontramos nuestra guía del amor. El versículo 5 es quizá el versículo clave que he encontrado en cuanto a cómo vivir en amor dentro del matrimonio; allí leemos que el amor: “…No se irrita, ni se queja, ni es resentido, no toma en cuenta el mal recibido [no le presta atención al mal que ha sufrido]…”
Este pasaje bíblico me ayudó mucho cuando recién empezaba a vivir en amor; y hoy está arraigado en mi espíritu. Ya no es un problema, sino un estilo de vida. Hace años, cuando lo leí y recibí la revelación de su significado, lo escribí en pequeñas tarjetas y las coloqué donde las pudiera ver.
Cada vez que pensaba en enfadarme, decía: Yo vivo en amor, no soy delicada en carácter, no soy quejosa, ni resentida. Lo repetí hasta que aprendí a no responder con enojo. Me esforcé para que esas ¡palabras obraran en mi vida! Y actualmente me ayudan a permanecer firme.
Si empiezo a enfadarme o estar de mal humor, recuerdo ese versículo. Creo que es aconsejable tomar en cuenta 1 Corintios 13 en todo momento; yo lo hago, y ¡cómo resultado mi vida fue cambiada y puedo decir que soy muy feliz!
Recuerde que usted debe poner en práctica el amor de Dios, pues algunos practican el enojo: Se enfurecen con todos y con todo lo que está a su alrededor. El enojo se ha convertido en una costumbre en sus vidas.
Como hijos de Dios, nuestros hábitos deben someterse a la naturaleza del Espíritu de Dios en nosotros. Su naturaleza es el amor; por tanto, tomemos la decisión de someternos al amor. No está menos en el recordarle que aun en lo que concierne a la salud, el enojo afecta todo nuestro cuerpo: gastritis, problemas del corazón, presión arterial, etc. Es mejor vivir en paz y no con tanta amargura.
PUNTO #3 El Amor Perdona
El amor no es rencilloso, tampoco delicado, quejoso o resentido; el amor perdona, todo lo soporta, todo lo sufre. Si desean tener un matrimonio feliz, ambos deben perdonarse el uno al otro.
Alguien dijo una vez que negarse a perdonar a otro y esperar que todo marche bien en su vida; se asemeja a tomar veneno, esperando que otro muera. Sin embargo, no funciona así.
La falta de perdón sólo lo lastima a usted, a nadie más. Por tanto, cuando perdona usted es liberado.
El perdón forma una parte vital del amor. Podemos convertir al perdón en parte de nosotros porque el Señor nos ha perdonado mucho.
En 1 Corintios 13:13, se define el amor como: “Verdadero afecto al Señor, y hacia la humanidad, el cual crece gracias al amor de Dios por nosotros y en nosotros”
A medida que amemos al Señor, podremos amar a quienes se encuentran a nuestro alrededor; aunque no sea fácil. Quizá sea difícil creer, pero en nuestros primeros años de matrimonio, Juan en ocasiones, hacía cosas que no me agradaban. Y como estaba aprendiendo a vivir en amor, en vez de mostrarme muy molesta, simplemente no le contestaba; ¡aunque en realidad estuviera enojada!
Sin embrago, no lo perdonaba, y al no responderle sólo estaba encubriendo mi desobediencia a la Palabra. No obstante, sí sabía la verdad, y Dios también. Como puede observar, vivir en amor no consiste sólo en refrenar su lengua; También implica ya no ser susceptible, quejoso o resentido, ni prestarle atención a lo malo que nos hayan hecho. El amor se refiere a lo que hay en su corazón. No guardar enojo. No acostarse resentido con su pareja.
- ¿Qué pasaría, si esa noche usted y su pareja se van a dormir resentidos, y uno de los dos muere?
- ¿Cuál sería su reacción?
- ¿Cómo afectaría su vida después de ese momento?
Descubrí que al no responder o actuar en amor, me convertía en mi peor enemiga. Nadie puede sobresalir si permanece en contienda. En el matrimonio es vital, tanto para el esposo como para la esposa. El vivir en amor y respetar las opiniones de cada uno es esencial para un matrimonio feliz.
Hoy en día, Juan y yo somos la prueba viviente de que sí es posible. Pero no habríamos llegado tan lejos en nuestro matrimonio si ambos no hubiéramos decidido obedecer la Palabra, en cuanto al amor. Vivir en amor y respeto; es nuestra ley y mandamiento.
Sabemos que no podemos agradar a Dios, a menos que amemos a todos incluyendo el uno al otro. Entonces si descubre que está siendo susceptible, quejoso o resentido; se encuentra fuera de la voluntad de Dios, así de sencillo. Escoja perdonar, vivir en amor y ¡goce de un matrimonio feliz!
PUNTO #4 Siga la Palabra al pie de la letra: ¡cúmplala!
Para mejorar su matrimonio su vida, debe seguir la Palabra de Dios al pie de la letra, y obedecerla.
Nosotros ya éramos cristianos llenos del Espíritu Santo; no obstante, descubrimos esta verdad mucho tiempo después. Claro, nuestro interior ya había sido transformado cuando nacimos de nuevo, pero el proceso de maduración lleva n proceso.
Desafortunadamente, debido a que hemos nacido con una herencia pecaminosa, todos tendemos hacer: Egoístas, despiadados, crueles, eso es hasta que Cristo se entrona de tu vida y Él marca y hace la diferencia.
Tenemos que tomar la Palabra y aplicarla diariamente al pie de la letra y la ponerla en práctica en tu vida; nosotros lo hicimos y el cambio fue dramático.
Depositamos lo establecido en 1 Corintios 13 en nuestro corazón; lo confesamos con nuestra boca y esperábamos conducirnos conforme a éste.
¿Realizamos siempre todo lo que allí se indica?
No; sin embargo, entre más nos apegamos a esas verdades, mayor es nuestro progreso. Y a través de los años, hemos mejorado y perfeccionamos nuestro amor, matrimonio y hogar.
Cuando no actuamos en amor, y nos arrepentimos pronto, rechazamos la falta de perdón, y no permitimos que la contienda se infiltre en nuestras vidas, le abrimos la puerta al enemigo.
Pero cuando tomamos en cuenta todos estos puntos dados en la palabra por Dios para todos nosotros para poder desarrollar una manera de Vida al Estilo de Dios, podemos vivir de acuerdo a sus preceptos obstruyéndole el paso al diablo.
Recuerde que el vino a robar, matar y destruir.
Santiago 4:7 - “Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de
vosotros.
El amor le abre las puertas al Señor Jesucristo, quien vino para que pudiéramos tener vida y disfrutáramos de ella.
Juan 10:10 - “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.”
Si desea gozar de una buena vida, llena de felicidad; y anhela que la bendición de Dios sobreabunde en usted, entonces siga y busque con entusiasmo el amor de Dios.
En 1 Corintios 14:1 leemos:
“Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones
espirituales, sobre todo que profeticéis.”
Les recomiendo a todos que lo busquen con ansia.
De acuerdo con 1 Corintios 13:5-7 - “ no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido ; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
Esto significa que el amor puede vencer cualquier cosa que se interponga en su camino.
Medítelo. Cuando vive conforme a la Palabra de Dios y cumple el mandamiento del amor, todas las puertas de la bendición se abren y ¡todas las de la maldición se cierran!.
El diablo no podrá obrar en su contra. Obedezca la Palabra y todo le saldrá bien. Si obedece las instrucciones del Señor,tendrá una larga y buena vida.
El amor es muy poderoso. En la Biblia se afirma que el amor nunca falla. Si usted vive en amor, tampoco fallará. Cuando sigue el camino de Dios, se dirige a ¡una vida mucho mejor! Todo en su vida —incluyendo un matrimonio y un hogar feliz depende de vivir en amor, mi esposo y yo lo hemos aplicado así, y hasta ahora Él Señor ha sido fiel en guardarnos. Estoy más que segura, que si usted lo cree así y aplica estos consejos los cuales están basados en la Palabra de Dios, también alcanzara un matrimonio y hogar feliz.
Eres Princesa de Dios y Naciste Para Reinar!
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